Kass Copeland
.
Análisis de la Sociedad del Bienestar.
.
¿Agustín García Calvo?
De cómo en el Desarrollo las cosas se subliman en forma de dinero y cómo
correspondientemente las Personas, que al fin son también reales, se hacen
ellas mismas también dinero, es de lo que estos días estábamos tratando. Y a
tal propósito, un estudio de cómo se ha generalizado en este mundo la
istitución de la prostitución, el oficio más viejo del mundo, como dice el
pueblo con más razón de lo que pueden entender los Individuos, parece
pertinente.
Para ello, conviene primero examinar un poco la prostitución en sentido
estricto, esto es, la de las mujeres. Que su prostitución es la istitución más
vieja de la Historia se entiende recordando que la Historia misma comienza con
el sometimiento de las mujeres (y de su amor y su peligro) al Sexo Dominante
(que lo es en toda sociedad histórica: todas son patriarcales, y la Sociedad
del Bienestar, naturalmente, más que todas, pues que en ella la asimilación de
las mujeres al Poder, al Sexo Dominante, alcanza su grado sumo), y ese sometimiento
consiste en que, como ya vislumbraba Engels, las mujeres se convierten en la
primera forma de dinero.
En una Cultura ya muy avanzada (aunque todavía muy lejos del Desarrollo) como
es la nuestra antigua, el dueño de la mancebía puede dejar de hielo al pobre
jovenzuelo enamorado anunciándole que ya ha vendido la muchacha que él amaba
(en 20 minas, que calculo como equivalentevago de unas 750.000 pesetas actuales
[en 1993], lo que suele ser, desde ahí hasta el triplo, en el mundo helenístico
el precio de un esclavo fuerte o de una esclava hermosa), y confirmándose así
la venta (Plauto, Ps 347): "amicam tuam esse factam
argenteam"., "que tu amiga se ha hecho de plata", esto es,
se ha convertido en dinero.
Y así, ya sea por la prostitución al menudeo, ya sea por el matrimonio, con o
sin dotes o arras numeradas (que en el Desarrollo toman la forma de
participación de la Pareja, con el ingreso del trabajo de ambos componentes, en
la conjunta economía, de modo que la igualación del dinero iguala a los sexos,
naturalmente en la forma del Masculino.), se han venido vendiendo a lo largo de
la Historia entera las mujeres.
Que en el Desarrollo la prostitución de mujeres, la dedicación de las mujeres a
trocar sus encantos o favores por dinero, haya alcanzado (no importan los
restos míseros de prostitución de tipo más arcaico) la dignidad y el estatuto
que se sabe, de tal modo que puedan las putas de cierto standing
anunciarse entre las otras Profesiones en la Prensa sería (p. ej. como
acompañantes finisemanales de Ejecutivos del Capital o del Estado), o venderles
tranquilamente las niñas bien hechas sus encantos a las portadas de revistas o
a los vídeos, o en fin, organizarse en Sindicatos (al menos de putas de
autopista para arriba), no es más que una indicación de la condición
esencialmente prostituta de la Sociedad del Bienestar entera) (hace poco tuve
la ocasión en EL PAÍS de utilizar el caso de las encuestas sobre si
vendería V. una noche de su pareja por 1.000.000 de dólares), y viene a probar
que la Sociedad del Bienestar es la culminación del desarrollo de la Historia.
No puede el Hombre del Bienestar promocionar la prostitución de sus mujeres sin
que Él mismo resulte implicado en el manejo. Y eso es lo que estamos
descubriendo hoy en este análisis: que el esquema de la prostitución ("Te
has hecho de plata, amigo", e.e. "Te has vendido", e.e. "Te
has hecho dinero") aparece en el Bienestar generalizado,
istitucionalizado, por medio lo mismo de la Banca que de las oficinas del Fisco
del Estado-Capital; y, como ya no es roso, franco y verdadero, esa venta del
hombre, no el tener dinero, sino el ser dinero, es el fundamento declarado de
todo el Estado de Bienestar.
Pero hay que distinguir: no se trata ya de vender el trabajo de uno, de cobrar
por lo que se hace (que eso es la istitución del Trabajo en las economías más
arcaicas), sino de venderse uno mismo, de hacerse uno mismo valor en el
Mercado, de ser uno literalmente, numéricamente, su propio interés y Capital.
Eso es lo que estudiaremos algo más en la siguiente entrega.