lunes, 17 de agosto de 2015

AQUELLA MUÑECA




  Aquella muñeca blandita, que cogíamos de la cintura, y miles de interpretaciones, ella por nosotros, hacía! Con una sola cara, a todo gesto teatral, respondía ¿Era una sola cara con mil millones de gestos? o ¿Un gesto con mil millones de caras? Seguro, que para el común, no les venga demasiado contrario al sentimiento, que muñecas, hablen. Las muñecas hablan. Entonces, mira, no te pongas a hacer una escena porque a tu muñeca se le han gastado las pilas, o se rompió. Y pon oído, a lo que te dice! Solución de los Padres ante la escena de la hija, sin muchas más explicaciones.¿Eso? Eso no pasa ná del otro mundo:  t e   c o p r a m o s   o t r a... Pero la niña que era algo un poco indomable en corazón, miraba a sus padres, algo desconfiada de la solución tan sencilla y rápida. El deseo ya proyectado en una muñeca, en este ejemplo, es lo mismo que la vida de mayor. Conformarse con sustitutos del deseo.
 

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