sábado, 27 de diciembre de 2014

Poesía de Gabriela Mistral: A d i ó s


Es en la poesía en donde mejor se siente y más anula esa oposición entre las cosas reales y las imaginarias, que ambas eran Realidad. Con este juego de “adioses” de nuestra Gabriela que cuanto más se dicen adiós más cerquita están “sin decirse adiós”  las mujeres y sus enamorados,  “la luna y el sol”, y con ellos, “el uno y el dos”: es donde más sienten las musas cuando aciertan algo más en contra de esa separación impuesta entre algo real y algo imaginario, que fuera casi como partir el sentimiento, o dicho de otra manera, volverlo mentira. Toda una pre-ciencia la buena poesía que nos canta la Mistral, ella que presiente desde muy abajo eso de "no haber inicio" y nos lleva a esa vaguedad donde recogernos mejor el corazón.  No todo está cumplido ni hecho, y menos dicho. ¡Disfrútenla!

 

GABRIELA MISTRAL
Adiós
 
En costa lejana
y en mar de Pasión,
dijimos adioses
sin decir adiós.
Y no fue verdad
la alucinación.
Ni tú la creíste
ni la creo yo,
«y es cierto y no es cierto»
como en la canción.
Que yendo hacia el Sur
diciendo iba yo:
«Vamos hacia el mar
que devora al Sol».
Y yendo hacia el Norte
decía tu voz:
«Vamos a ver juntos
donde se hace el Sol».
Ni por juego digas
o exageración
que nos separaron
tierra y mar, que son
ella, sueño y el
alucinación.
No te digas solo
ni pida tu voz
albergue para uno
al albergador.
Echarás la sombra
que siempre se echó,
morderás la duna
con paso de dos...
Para que ninguno,
ni hombre ni dios,
nos llame partidos
como luna y sol;
para que ni roca
ni viento errador,
ni río con vado
ni árbol sombreador,
aprendan y digan
mentira o error
del Sur y del Norte,
del uno y del dos!

2 comentarios:

  1. Gabriela Mistral fué una maestra de niños sin hijos propios. De ahí ese amor del amor desprendido, con tañido hondo e impersonal, ese libre amor, suelto de amor propio, por el Filiolus agenus, que nos dejó vislumbrar en sus versos. Esta mujer, tan doméstica e indómita a la vez, acertó a dejarse hablar cantando, arruyando los versos como nanas. Desvelando la falsedad de la Realidad con honradez y maestría. Con latido vivo y mirada atenta nos hizo vislumbrar eso que alguna vez en verdad se llamó poesía....Gracias, Gabriela, de tus migajas se alimentan estos gorriones.

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  2. Y no sería mera casualidad Isabel, niña de ojos de sonrisas siemprevivas, eso que nos cuentas tan maravillosamente acertao y tan bien dicho: que fueran sus coplas “arrullo de versos de nanas” que nos des-velan del desvelo de esta pesadilla de sueño que llamamos vida. Arrullo de “Adioses” y olvidos enseñaba nuestra maestra en su soberana sencillez para dormirnos de esta tan noctámbula vida, inmoribunda vida, o algo así como dormirnos despertando de un nunca acabado falso sueño. Dormirlo y hacerlo carne, o, a caso, única palabra verdadera. Gracias amiga y maestra también que te dejes hablar por estos lares donde tanto se te necesita tanto o más como a nuestra querida Mistral! Un brindis para ella…: contigo! ;) Y Salú!

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