miércoles, 18 de diciembre de 2013

CONTRA LA PAZ



CONTRA LA PAZ 
¿Agustín García Calvo?
(Charla ofrecida en la Universidad de Barcelona el 8 de marzo de 1991)

Hablaremos contra la paz. Por supuesto esto quiere decir que cuento en vosotros o por debajo de vosotros con una instancia que no está conforme con esto que se nos vende como paz. Si hubiera querido ser menos escandaloso el título, en lugar de "Contra la paz" hubiera dicho: "Contra esta paz", pero no había porqué andarse con tiquismiquis, porque, después de todo, la actualidad es la única forma de la eternidad que conocemos y esta paz es simplemente "La paz", la única que tenemos y la única con la que podemos contar.

De forma que vamos a hablar contra la paz en ese sentido preciso. Cuando vuestros compañeros me llamaron por primera vez, estaba todavía ocupando a los medios de información, a los medios de formación de masas, como se llaman con su nombre propio, aunque no sea el que ellos empleen, la cuestión aquella del Golfo Pérsico y todo eso a lo que han pretendido llamar guerra durante mucho tiempo. A estas alturas el curso mismo de los acontecimientos ya os ha mostrado la condición de farsa, la condición de falsedad que tenía ese montaje y cómo no era, de verdad, ninguna guerra, cómo era un invento y una chapuza sangrienta, cuya finalidad principal era tener entretenida a la gente. Tenerla entretenida y hacerle creer por ese falso contraste que, efectivamente, esto que tenemos aquí en el mundo desarrollado es una paz que se nos hace preciosa ahora, puesto que ha estado amenazada, según ellos, por la guerra. Como hay una guerra que amenaza siempre en el futuro, pues entonces esta paz tiene que hacerse preciosa. A ver cómo iban a hacerla tragar si no fuera por el desarrollo de esos contrastes, si no fuera manteniendo la idea de guerra de una manera constante. No es la primera vez que habéis sufrido este montaje, esta falsificación. Desde pequeñitos, a través principalmente de la televisión, pero también a través de los canales de la educación más seria, se os ha estado recordando por la reposición especialmente televisiva de grandes cantidades de peliculones de alemanes nazis y de japoneses de la última guerra; se os ha estado recordando esta guerra, haciéndoos que la viviérais, en cierto sentido, por lo menos en la pequeña pantalla y esto no era una casualidad; que vuestras cabezas estén llenas de aviones nipones o aviones alemanes danzando por el cielo y ensombreciendo este cielo de los aliados, no era ninguna casualidad, tenía su fundamento. De otra manera se ha estado metiendo la idea de guerra, atizando guerritas en las márgenes del mundo desarrollado, en esos sitios que ellos desde arriba dicen que están en vías de desarrollo declarando que tienen una convicción, una idea que es, en definitiva, una fatalidad: no hay más camino que este, que todos ellos están condenados a lo mismo.

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